Este año desde el Área Técnica, decidimos dar un vuelco en el acompañamiento pedagógico de los chicos, y para lograrlo pensamos en el mes de marzo como el punto de inicio para comenzar con una exhaustiva evaluación, que permitiera conocer el estado actual de cada uno de los niños, niñas y adolescentes en la alfabetización y comprensión lectora.
Ningún mal puede curarse sin un diagnóstico, es por eso que para obtenerlo realizamos una serie de pruebas tanto pedagógicas como madurativas, con el claro objetivo de determinar el nivel individual y grupal adquirido.
Con estos datos el Equipo Técnico y los referentes podemos empezar a reveer nuestro trabajo, y conocer en detalle qué les falta a nuestros chicos para que adquieran las habilidades necesarias para leer y escribir correctamente, como así también entender lo que leen.
Para nosotros , saber lo que no está debidamente incorporado nos permite indagar las posibles causas del déficit en el aprendizaje, y trabajar de manera más específica e individual, implementando otras estrategias que ayuden a completar lo enseñado en la escuela, mejorando los resultados en la lectoescritura.